Un sueño
Desperté con migraña después de un extraño sueño.
Una joven escucha un pedido de auxilio (¿Noctis?), mientras armada camina por un camino al borde de un acantilado. La mujer (¿Sarah?), entra por una puerta de luz. Allí, en un espacio en penumbras, una mujer rubia, de cabello corto a lo Marilyn Monroe, se lleva un dedo a los labios, pidiendo silencio. Viste de blanco, una falda que le llega casi a los tobillos. La acompañan dos niños, de entre 8 a 10 años (varón y nena)
La mujer invita a ser seguida y, junto con los niños, atraviesa otra puerta de luz.
Al otro lado de la luz, espera un hombre cuyo rostro está oculto entre las sombras. Con un trozo de madera, golpea a la mujer en la nuca, dejándola caer inconsciente en el suelo de una cocina o comedor de una casa estilo americano.
El hombre se agacha tras dejar a un lado el trozo de madera, y le levanta la falda, para luego bajarle la ropa interior. No tiene vello público, su entrepierna es como la de una muñan, blanca, sin marca. Otra mujer, una enfermera, saca una jeringa de un botiquín y le inyecta algo en la vagina. Desinfecta con un algodón y un líquido amarillo el lugar, y una voz habla:
"Maternidad forzada".
Comentarios
Publicar un comentario